domingo, 30 de junio de 2013

Cuentos Profundos

La neblina del tiempo


Era un día nublado, un día de esos en los que crees que va a llover, que el tiempo pasa lentamente sin hacer nada pero ese día para Frederic iba a cambiar todo. Frederic es un joven de 25 años que trabaja en una pequeña cantina, en un pequeño pueblo donde las novedades eran menos que un hecho aburrido en el pueblo. Pero ese día Frederic no se sentía nada bien, así que tuvo que irse a casa temprano.

 A la media noche Frederic se encuentra con un  extraño hombre, -no es del pueblo- por su apariencia exclamó en sus pensamientos. Aquel hombre Vestía de negro, con un traje que no dejaba verle la cara. Frederic siguió caminando de donde venia aquel hombre extraño, hasta que  entro en una gran y densa neblina que no dejaba ver el camino, no podía ver lo que venia del frente. Frederic, al darse cuenta de que  no podía ver nada, decide parar hasta que pase la neblina, sin saber de la gran sorpresa que le esperaba.
Cuando la neblina se desvaneció, Frederic se encontraba en una ciudad en donde había edificios altos, grandes, y estaba desconcertado, ¿qué había pasado con el camino que había recorrido? Frederic regresa a la cantina donde trabaja, siguiendo el mismo camino que había recorrido, pero grande fue su sorpresa cuando llego y vio que todo estera diferente, pero le local no había cambiado mucho, ni por dentro ni por fuera. Frederic entra en el local para saber que ocurrió, y al entrar vio a un joven...
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El Tesoro Escondido en el Desierto




En el desierto de Sangari hubo un hombre con tal gran riqueza y poder que en ese tiempo era inigualable por ningún otro. Este hombre tenía un ejército de miles de soldados que protegían en su castillo, un castillo que esta localizado en una parte del desierto donde las tormentas de arena son interminables debido a la atmósfera. El castillo se encontraba oculto en una zona conocida por los viajeros como ``El Pasaje de los Perdidos´´,  en la parte donde esta el ojo de la tormenta.
Aquellos que se atrevían a ir por esos caminos llenos de peligros sin saber como andar por ahí, no regresaban jamás, nunca se les volvía a ver, nadie sabía que les ocurría a aquellos que iban por aquella parte de desierto.


Pero si existe la historia de un hombre que logro cruzar el desierto y conocía bien el camino que se debía recorrer para logra llegar a la zona del ojo de aquella interminable tormenta, donde quedaba un amplio espacio en la arena, y solo aquel hombre conocía la manera de lograrlo, aquel hombre era llamado Ilvanda, El rey de la arena...
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Lagrima del sol



Era un caluroso verano, como ningún otro desde hace mucho tiempo. El sol resplandecía tan fuerte y tan brillante que no me daba cuenta en donde me encontraba, mis ojos estaban entrecerrados viendo el paisaje, tan hermoso era ese lugar que nadie nunca negaría su belleza.


 Desde aquel pequeño monte veía el océano, la playa y la arena rozar con el mar y ahí estaba yo, viendo como una luz densa que baja del cielo. Esa luz salía del sol como una gota de luz que venia de un lugar muy lejano que estaba a fuera de mi alcance. Un momento después ya no podía ver aquella luz que pasaba por en sima de mi, tan pronto dejé de verla escuche un estruendo tan grande que al parecer se pudo escuchar casi en toda la planicie. Fui a ver lo que sucedía  en aquel lugar donde calló aquella luz que provenía del cielo. Una ves que llegue al lugar, pude ver aquella luz, era como una piedra dorada cubierta por el fuego, de un color dorado como si el sol hubiese llorado una lagrima...

Lagrima Del Sol

Lagrima del sol



Era un caluroso verano, como ningún otro desde hace mucho tiempo. El sol resplandecía tan fuerte y tan brillante que no me daba cuenta en donde me encontraba, mis ojos estaban entrecerrados viendo el paisaje, tan hermoso era ese lugar que nadie nunca negaría su belleza.

 Desde aquel pequeño monte veía el océano, la playa y la arena rozar con el mar y ahí estaba yo, viendo como una luz densa que baja del cielo. Esa luz salía del sol como una gota de luz que venia de un lugar muy lejano que estaba a fuera de mi alcance. Un momento después ya no podía ver aquella luz que pasaba por en sima de mi, tan pronto dejé de verla escuche un estruendo tan grande que al parecer se pudo escuchar casi en toda la planicie. Fui a ver lo que sucedía  en aquel lugar donde calló aquella luz que provenía del cielo. Una ves que llegue al lugar, pude ver aquella luz, era como una piedra dorada cubierta por el fuego, de un color dorado como si el sol hubiese llorado una lagrima; en ese momento me pregunte: ``¿Esto es… una lagrima de sol?´´.

La verdad, no sabía lo que estaba aconteciendo y no sabia por que a aquella luz consumida por el fuego dejaba de brillar. Su brillo se desvanecía con el atardecer y con la entrada de la obscuridad. ``Esta oscureciendo´´, dije en tono bajo, y vi que esa lagrima dejó de brillar para mostrar una roca dorada con forma de gota de agua que mostraba un color como el sol. Tomé aquella roca para llevarla conmigo a mi casa ya que era de noche.


Al llegar a mi casa fui y dejé la roca encima del gabinete que esta pegado a la pared cerca de la cama, luego me acosté. Cuando amanecía sentí un dulce resplandor en mis ojos, que me hacia sentir como si el sol se encontrara dentro de mi habitación. Me levanté para ver aquello que brilla, y (creo que todos ustedes lo saben) era aquella hermosa piedra que refleja la cálida luz del sol en la mañana, esa gota dorada que hacia parte de nuestro mundo ahora. Ese mismo día lleve la roca a una cueva donde podía mantener aquella hermosa gota dorada viva y brillante, esa gota que brillaba con el sol. ¿Por qué decidí esto? porque en aquel lugar fue donde le declaré mi amor a lo más preciado que tengo en mi vida, mi amor eterno. Ella vera esta roca que fue un deseo de mi corazón oculto muy dentro de mi. En el lugar donde le declaré mi amor desde lo más profundo de mi corazón. Y así, ese hermoso y espectacular brillo alumbrará su corazón para el resto de toda la eternidad. Porque en mi corazón esto fue una lagrima tuya, Selene. ¡¡Adiós hasta siempre!!

jueves, 27 de junio de 2013

El tesoro del desierto

El Tesoro escondido en el Desierto




En el desierto de Sangari hubo un hombre con tal gran riqueza y poder que en ese tiempo era inigualable por ningún otro. Este hombre tenía un ejército de miles de soldados que protegían en su castillo, un castillo que esta localizado en una parte del desierto donde las tormentas de arena son interminables debido a la atmósfera. El castillo se encontraba oculto en una zona conocida por los viajeros como ``El Pasaje de los Perdidos´´,  en la parte donde esta el ojo de la tormenta.

Aquellos que se atrevían a ir por esos caminos llenos de peligros sin saber como andar por ahí, no regresaban jamás, nunca se les volvía a ver, nadie sabía que les ocurría a aquellos que iban por aquella parte de desierto.
Pero si existe la historia de un hombre que logro cruzar el desierto y conocía bien el camino que se debía recorrer para logra llegar a la zona del ojo de aquella interminable tormenta, donde quedaba un amplio espacio en la arena, y solo aquel hombre conocía la manera de lograrlo, aquel hombre era llamado Ilvanda, El rey de la arena.

Un día, un numeroso ejército se dirigía hacia las cercanías del castillo, e inmediatamente se conoció la situación Ilvanda fue avisado, al saber esto Ilvanda se da cuenta de que una gran batalla se librará por el terreno del ojo de la tormenta, lo que provocó que reaccionara de tal manera que manda a preparar a sus hombres para la batalla. Fue una batalla épica, pero la tormenta era más fuerte que nunca antes, los enemigos de Ilvanda, e incluso sus propios hombres eran consumidos por la gran tormenta de arena interminable. Ningún hombre sobrevivió a la batalla, ni siquiera Ilvanda, dejando su gran fortuna atrás, y empezando así la leyenda del gran terroso del desierto escondido en el castillo del centro de la tormenta que nunca termina, cuya leyenda resuena por generaciones por todo el desierto, y fuera del el.

Pasaron ya más de 200 años y la leyenda se convertía en mito. Nadie podía encontrar ese tesoro escondido. Todo aquel que se atrevía a buscarle no regresaba jamás, adentrarse allí era considerado suicidio. Pero en un pequeño pueblo cerca del desierto la leyenda seguía latente en el corazón de Uriel, un joven que iniciaba un largo viaje a través del desierto para poder llegar a su destino. Uriel sale de aquel pueblo temprano para poder recorrer aquel largo camino de 4 días para recorrerlo en el menor tiempo posible, él quería acortarlo por cualquier medio.

En el camino Uriel se encuentra con unas enormes dunas que Debía atravesar, él no sabía hacia donde se dirigía, pero de seguro se encontraría con la tormenta del desierto. Uriel sube esas dunas y camina por aquel valle hasta encontrarse con esta gran y repentina tormenta. Uriel ve esa tormenta y se pregunta: ``¿De dónde rayos salió esta tormenta?´´. Uriel sigue caminando a través de la tormenta, mientras avanzaba se encuentra con esqueletos de personas en la arena.  En ese momento Uriel recuerda aquella historia que le contaban cuando era niño, quizás era aquella tormenta que lo llevaría  hacia el tesoro escondido en el desierto.
 Uriel ve que no podía atravesar aquella inmensa tormenta y pensó: ``estoy atrapado, esta tormenta no pasara nunca, ¿qué hago?´´ Uriel siguió caminando con los fuerte vientos y con los azotes de arena dando sobre su cuerpo  y llenando sus ropas de arena y su cuerpo de numerosas heridas, pero cuando estaba a punto de caer y morir en tal feroz tormenta Uriel llega a un espacio calmado y tranquilo, era el ojo de la tormenta, cuando alza su mirada se da cuenta de que había encontrando el castillo del tesoro y naciendo así a un nuevo rey del ojo de la tormenta, una nueva leyenda.

sábado, 22 de junio de 2013

La Neblina del Tiempo


La neblina del tiempo


Era un día nublado, un día de esos en los que crees que va a llover, que el tiempo pasa lentamente sin hacer nada pero ese día para Frederic iba a cambiar todo. Frederic es un joven de 25 años que trabaja en una pequeña cantina, en un pequeño pueblo donde las novedades eran menos que un hecho aburrido en el pueblo. Pero ese día Frederic no se sentía nada bien, así que tuvo que irse a casa temprano.

 A la media noche Frederic se encuentra con un  extraño hombre, -no es del pueblo- por su apariencia exclamó en sus pensamientos. Aquel hombre Vestía de negro, con un traje que no dejaba verle la cara. Frederic siguió caminando de donde venia aquel hombre extraño, hasta que  entro en una gran y densa neblina que no dejaba ver el camino, no podía ver lo que venia del frente. Frederic, al darse cuenta de que  no podía ver nada, decide parar hasta que pase la neblina, sin saber de la gran sorpresa que le esperaba.
Cuando la neblina se desvaneció, Frederic se encontraba en una ciudad en donde había edificios altos, grandes, y estaba desconcertado, ¿qué había pasado con el camino que había recorrido? Frederic regresa a la cantina donde trabaja, siguiendo el mismo camino que había recorrido, pero grande fue su sorpresa cuando llego y vio que todo estera diferente, pero le local no había cambiado mucho, ni por dentro ni por fuera. Frederic entra en el local para saber que ocurrió, y al entrar vio a un joven sirviendo en la barra y le preguntó sobre el dueño de la cantina, Don Germán, a lo que el joven respondió:
-Que extraño que me preguntes por él, el murió ya hace mucho tiempo.
-¡¿Hace mucho tiempo dices?!- Exclamó Frederic.
-Sí. Hace 25 años.

Frederic no sabía como responder a esto, y no podía hacer nada para resolver ese dilema tan grande, él había viajado en el tiempo, ¿cómo pasó?, ¿qué tenía que hacer para volver al pasado? En ese momento entra alguien a la cantina, era el hombre que venia de la neblina cuando el iba adentrándose en ella. Este hombre se sentó al final de la cantina para pedir una bebida, Frederic lo ve e inmediatamente se acerca mirándolo fijamente y se sienta a su lado sin decir nada pidió una bebida para beber al lado de aquel hombre misterioso. Ese hombre bebía en silencio si decir nada, hasta que llego la hora de irse y le dice a Frederic que le siga, y que en el camino le iba a explicar todo, porque él sabia cual era su deseo, era volver al pasado.

 Frederic sin decir nada solo le sigue. Salieron de la cantina y fueron a una casa donde vivía una anciana con sus nietos, entraron y el hombre misterioso habló con esa ella, alejado de Frederic. Cuando aquel hombre terminó de hablar con la anciana fue a donde Frederic, y se identificó con el nombre de Michael de Lour, un científico que trabajó hace más de 150 años en el futuro junto a un equipo de científico para lograr viajar en el tiempo, Michael le cuenta que algo salió mal, y que por alguna razón esto aparece en forma de neblina, y que es posible viajar a través de ella. Frederic le pregunta si es posible volver, Michael le dice que sí, pero que eso tomaría tiempo, cerca de una semana para que la neblina volviera a parecer, así que Michael le dijo que se iban a quedar en ese lugar hasta que llegara el momento, así que no había más remedio que esperar una semana. Al pasar los días Frederic ve a la señora trabajar con su jardín, donde ella cuida y riega las plantas, Frederic se que da mirando y le pregunta cuanto tiempo ha estado viviendo en ese lugar, ella responde que había vivido allí con su esposo Frederic que había muerto hacía 5 años en un accidente, donde no pudo sobrevivir, le dice que cuando iba caminando calló en una trampa, en donde no sabia que la policía estaba en una gran balacera, y un tiro lo mató. Frederic le pregunta donde fue eso, y ella le dice que fue en la cantina de don Germán. Frederic al saber esto se da cuenta de que se trataba de él mismo, y tenia que saber como iba a evitar eso. Pero la única forma de evitar eso era no ir ese día a la cantina.


Pasan los días y Michael de Lour  le dice que es hora de partir. Van a un lugar y momento donde la neblina va pasar, en el momento que llega la neblina Michael se despide, le dice que continúe derecho y no para hasta que se disperse, pues al final estaría en su tiempo, Frederic entró y siguió caminando hasta que terminó la neblina, Frederic va a la cantina y ve que todo estaba igual que antes cuando como dejo, había regresado a su tiempo.