jueves, 27 de junio de 2013

El tesoro del desierto

El Tesoro escondido en el Desierto




En el desierto de Sangari hubo un hombre con tal gran riqueza y poder que en ese tiempo era inigualable por ningún otro. Este hombre tenía un ejército de miles de soldados que protegían en su castillo, un castillo que esta localizado en una parte del desierto donde las tormentas de arena son interminables debido a la atmósfera. El castillo se encontraba oculto en una zona conocida por los viajeros como ``El Pasaje de los Perdidos´´,  en la parte donde esta el ojo de la tormenta.

Aquellos que se atrevían a ir por esos caminos llenos de peligros sin saber como andar por ahí, no regresaban jamás, nunca se les volvía a ver, nadie sabía que les ocurría a aquellos que iban por aquella parte de desierto.
Pero si existe la historia de un hombre que logro cruzar el desierto y conocía bien el camino que se debía recorrer para logra llegar a la zona del ojo de aquella interminable tormenta, donde quedaba un amplio espacio en la arena, y solo aquel hombre conocía la manera de lograrlo, aquel hombre era llamado Ilvanda, El rey de la arena.

Un día, un numeroso ejército se dirigía hacia las cercanías del castillo, e inmediatamente se conoció la situación Ilvanda fue avisado, al saber esto Ilvanda se da cuenta de que una gran batalla se librará por el terreno del ojo de la tormenta, lo que provocó que reaccionara de tal manera que manda a preparar a sus hombres para la batalla. Fue una batalla épica, pero la tormenta era más fuerte que nunca antes, los enemigos de Ilvanda, e incluso sus propios hombres eran consumidos por la gran tormenta de arena interminable. Ningún hombre sobrevivió a la batalla, ni siquiera Ilvanda, dejando su gran fortuna atrás, y empezando así la leyenda del gran terroso del desierto escondido en el castillo del centro de la tormenta que nunca termina, cuya leyenda resuena por generaciones por todo el desierto, y fuera del el.

Pasaron ya más de 200 años y la leyenda se convertía en mito. Nadie podía encontrar ese tesoro escondido. Todo aquel que se atrevía a buscarle no regresaba jamás, adentrarse allí era considerado suicidio. Pero en un pequeño pueblo cerca del desierto la leyenda seguía latente en el corazón de Uriel, un joven que iniciaba un largo viaje a través del desierto para poder llegar a su destino. Uriel sale de aquel pueblo temprano para poder recorrer aquel largo camino de 4 días para recorrerlo en el menor tiempo posible, él quería acortarlo por cualquier medio.

En el camino Uriel se encuentra con unas enormes dunas que Debía atravesar, él no sabía hacia donde se dirigía, pero de seguro se encontraría con la tormenta del desierto. Uriel sube esas dunas y camina por aquel valle hasta encontrarse con esta gran y repentina tormenta. Uriel ve esa tormenta y se pregunta: ``¿De dónde rayos salió esta tormenta?´´. Uriel sigue caminando a través de la tormenta, mientras avanzaba se encuentra con esqueletos de personas en la arena.  En ese momento Uriel recuerda aquella historia que le contaban cuando era niño, quizás era aquella tormenta que lo llevaría  hacia el tesoro escondido en el desierto.
 Uriel ve que no podía atravesar aquella inmensa tormenta y pensó: ``estoy atrapado, esta tormenta no pasara nunca, ¿qué hago?´´ Uriel siguió caminando con los fuerte vientos y con los azotes de arena dando sobre su cuerpo  y llenando sus ropas de arena y su cuerpo de numerosas heridas, pero cuando estaba a punto de caer y morir en tal feroz tormenta Uriel llega a un espacio calmado y tranquilo, era el ojo de la tormenta, cuando alza su mirada se da cuenta de que había encontrando el castillo del tesoro y naciendo así a un nuevo rey del ojo de la tormenta, una nueva leyenda.

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