Lagrima del sol
Era
un caluroso verano, como ningún otro desde hace mucho tiempo. El sol
resplandecía tan fuerte y tan brillante que no me daba cuenta en donde me
encontraba, mis ojos estaban entrecerrados viendo el paisaje, tan hermoso era
ese lugar que nadie nunca negaría su belleza.
Desde aquel pequeño monte veía el océano, la
playa y la arena rozar con el mar y ahí estaba yo, viendo como una luz densa
que baja del cielo. Esa luz salía del sol como una gota de luz que venia de un
lugar muy lejano que estaba a fuera de mi alcance. Un momento después ya no
podía ver aquella luz que pasaba por en sima de mi, tan pronto dejé de verla
escuche un estruendo tan grande que al parecer se pudo escuchar casi en toda la
planicie. Fui a ver lo que sucedía en
aquel lugar donde calló aquella luz que provenía del cielo. Una ves que llegue
al lugar, pude ver aquella luz, era como una piedra dorada cubierta por el
fuego, de un color dorado como si el sol hubiese llorado una lagrima; en ese
momento me pregunte: ``¿Esto es… una lagrima de sol?´´.
La
verdad, no sabía lo que estaba aconteciendo y no sabia por que a aquella luz
consumida por el fuego dejaba de brillar. Su brillo se desvanecía con el
atardecer y con la entrada de la obscuridad. ``Esta oscureciendo´´, dije en
tono bajo, y vi que esa lagrima dejó de brillar para mostrar una roca dorada
con forma de gota de agua que mostraba un color como el sol. Tomé aquella roca
para llevarla conmigo a mi casa ya que era de noche.
Al
llegar a mi casa fui y dejé la roca encima del gabinete que esta pegado a la
pared cerca de la cama, luego me acosté. Cuando amanecía sentí un dulce
resplandor en mis ojos, que me hacia sentir como si el sol se encontrara dentro
de mi habitación. Me levanté para ver aquello que brilla, y (creo que todos
ustedes lo saben) era aquella hermosa piedra que refleja la cálida luz del sol
en la mañana, esa gota dorada que hacia parte de nuestro mundo ahora. Ese mismo
día lleve la roca a una cueva donde podía mantener aquella hermosa gota dorada
viva y brillante, esa gota que brillaba con el sol. ¿Por qué decidí esto?
porque en aquel lugar fue donde le declaré mi amor a lo más preciado que tengo
en mi vida, mi amor eterno. Ella vera esta roca que fue un deseo de mi corazón
oculto muy dentro de mi. En el lugar donde le declaré mi amor desde lo más
profundo de mi corazón. Y así, ese hermoso y espectacular brillo alumbrará su
corazón para el resto de toda la eternidad. Porque en mi corazón esto fue una
lagrima tuya, Selene. ¡¡Adiós hasta siempre!!
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